Se llama Juan Ampuero, llegó a la Banda con su flamante saxo tenor, sin saber música y muy peleado con el solfeo. Pronto se dió cuenta que el único camino era comenzar por el principio y a pesar de que para él, leer una partitura era lo más parecido a un geroglifico chino, igualmente se animó. Ya han pasado algunos años de aquel comienzo, su esfuerzo no ha sido poco y hoy íntegra la línea de los saxos.