05 julio 2006
Tito Arnal, el trompeta.
Interesante personaje, capaz de cargar sobre sus hombros a toda la Banda. Su trompeta manda, y con ella es el Capo de la Banda. Otro más, salido de la Obra de Don Bosco. Sabe que sus compañeros lo necesitamos, por eso asume con responsabilidad el compromiso.
Fue Tito, el que, en aquella fiesta de cumpleaños que la Institución celebraba con una gran cena para mil personas en el Salón del Tattersall, y que todos recordamos, sobre todo, como una anécdota risueña, aquel prolongado corte de luz en medio de la actuación del Cantante Jairo, quien tuvo que suspender su actuación momentáneamente, hasta que regresara el fluido eléctrico. A raíz de aquel inesperado inconveniente, la gente comenzaba a levantarse con la intención de retirarse. Fue en ese preciso momento, cuando Tito tomó su trompeta y comenzó a tocar, en medio de la oscuridad, “Cuando los Santos Vienen Marchando” Esta actitud tan oportuna, hizo que sus compañeros lo imitaran y se sumaran otros temas. De pronto, lo que parecía ser un trágico final de fiesta, se convirtió en un show improvisado, la gente permaneció en sus lugares acompañando con sus palmas y disfrutando, mientras otros alumbraban con sus encendedores hasta que que por fin, volvió la luz.
Esta anécdota lo pinta a Tito Arnal de cuerpo entero, así es él, divertido, oportuno, buen compañero. Con su iniciativa transformó un hecho catastróficamente negativo, en algo positivo y divertido.
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